soledad existente

Published on 24 July 2024 at 01:17

Sentía el frio en sus pies,

El sudor en sus manos,

El aire salir y entrar de su boca,

Y el latir de su ya flojo corazón. 

 

Sentía la soledad, en su más profundo estado. 

Tan solo tenía 17, 

Pero ella era una suave melodía, la cual con cada nota se desgarraba el alma. 

 

Existía únicamente por sus pensamientos,

¿Si vivía en su mente, acaso alguien la veía? 

Era un pienso y luego existo. 

En su mundo ella existía, y era aquello que siempre había querido ser.

¿Pero era acaso posible salir de aquel perfecto rincón de soledad que el tiempo había creado? 

Estaba ya acomodada en un sinfín de ideas,

Sumida en la angustia y el miedo. 

 

No es que no encontrase algo que le trajese paz, 

Sino que no sabía dónde buscarla. 

Experimentaba la tristeza efímera de la creación, 

La tristeza del querer y el no poder, 

La tristeza del amar, del contemplar,  La tristeza del vivir, del mirar.

Una tristeza propia de aquellos que tienen ojos para observar. 

 

¿Era posible morir de soledad,

O quizás esta misma te convertía en un ser aún más real?

Quizás era la soledad la que la hacía vivir. 

¿Es posible vivir en la intimidad del propio? 

 

Cada nota comenzaba a hacerse más fuerte, 

Cada paso templaba más, 

Y la tierra alrededor se revolvía, 

Y un estruendo de aire la rodeaba. 

Un huracán removía aquello que la formaba. 

Pero en ese desorden encontraba un patrón,

El patrón que la hacía única. 

Una inquieta, fiera, movida, arrolladora mujer, 

A la cual después de un soplo de incertidumbre se le eran arrebatados sus sentimientos, 

Y volvía a convertirse en simplemente un ser, 

mudo por el miedo a la palabra. 

 

Tal y como decía Benedetti, “una tipa triste, que sin embargo tuvo, tiene y tendrá…”

Tuvo, tiene y tendrá vocación de criatura libre. 

Porque era su tristeza la que la hacía esclava, y a la vez la que le daba alas. 

Para irse lejos, y crear de las cenizas de los recuerdos una brizna de felicidad. 

 

El simple hecho de mirar la complacía, 

Sentada entre rejas, sentía el frio del granito sobre el que reposaba.

Y aquellos que piensan que el frío es para los que se encuentran estancados, 

Resultan estar equivocados, 

Pues el hecho de sentir frio, a ella le aportaba vivacidad.

 

Pues aquel que únicamente se encuentra en un estado medio de sentimientos, 

Aquel que no experimenta el calor sofocante, y la lluvia con sus cuchillos, 

Aquel apenas existe, 

Aquel apenas padece, 

Aquel apenas percibe. 

 

Pues es un fondo negro necesario para resaltar una figura blanca y brillante,

son todos aquellos negativos sentimientos necesarios para percatarse de la pureza que los hace perfectos. 

Son todas aquellas cosas denominadas “feas” esenciales para saber ver aquellas “bonitas”.

 

Pues aquel que únicamente se rige por la opinión externa, nunca será capaz de encontrar la opinión verdadera. 

Y por lo tanto, se verá condicionado a guardar en su memoria una parcial parte de la vida, 

Sin haber a penas atendido a una mínima gota de su complejidad existente. 

 

Aquel que espía debe ejecutar un vistazo cumplido, 

Por consiguiente, ese que no lo haga de tal modo deberá ser negado de su función. 

Ya que la vida no se rige por estándares propios, sino que sigue la desenvoltura de su desarrollo, 

Y esta no puede ni podrá ser juzgada ni dictaminada,

simplemente apreciada y valorada. 

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Comments

Nicolas Hartley
a month ago

vergonzoso